A una semana de estar comprometida ¡sí , comprometida! , creo que al fin estoy asimilando la etapa en la que estoy entrando y aun escribiendo este post no paro de sonreír y siento esos nervios de emoción que me dan sólo cuando realmente hay una explosión de felicidad dentro de mi.
Honestamente el sábado pasado fue un día de demasiadas sorpresas. De principio a fin. Para los que no saben el 24 de Octubre es mi cumpleaños y normalmente festejo ese día con mi familia, saliendo a comer a un lugar que me guste y ¡listo! ¡No hay más! haha 🙂 No suelo celebrar mis cumpleaños en grande. Pienso que los pequeños detalles de las personas que más amo y me aman son los que hacen de ese día uno especial. En fin, con ese dato sobre mi sabrán que nunca espero grandes sorpresas ni nada por el estilo, sin embargo este año fue diferente. Luca me había comentado que quería que pasáramos el día juntos, pero no me dijo lo que tenía planeado. Ya un año atrás habíamos celebrado mi cumpleaños en la Ciudad de México (que me encanta) comimos, caminamos, tomamos fotos y cerramos el día llendo a ver Wicked , el musical y pensé que este año haríamos algo similar. Así que la noche del 23 me fui a dormir pensando en pasar un día muy lindo con mi Principe. ¡Pero no sabía lo que estaba por vivir!
Luca llegó a las 9:00 am a mi casa (como dijo que lo haría). Por la hora yo pensé que iríamos a desayunar y luego a seguir el día. Mi Papá nos preparó un smoothie rapidísimo y supe que probablemente no desayunaríamos. Yeap! Estaba en lo correcto.Nos dirigimos rumbo a la carretera, paramos por provisiones y continuamos nuestro camino. Yo preguntaba todo el tiempo hacia dónde íbamos, pero Luca sólo sonreía y me decía : «Es una sorpresa» . Sonreía y volvíamos a poner música y a cantar en el auto. Pasaron un par de horas y ya se percibían señales de nuestro destino. Yo las ignoré por completo, en mi mente sólo decía «Algún día» porque Luca siempre me había dicho que él jamás se atrevería a hacer algo así, entonces nunca pensé que hiciéramos aquella cosa pronto , o tal vez nunca haha. ¿Pero de que estoy hablando? Esperen un poco … ya casi llegamos al destino…
Y ahí nos encontrábamos justo en la entrada de un lugar para hacer SkyDiving !!! OMG!! Mi corazón comenzó a latir demasiado, una sonrisa nerviosa se dibujó en mi rostro mientras decía: «What?!, ¡¿Es en serio?!» Luca firmó la reservación que tenía y entramos. No podía creerlo ¡ íbamos a saltar de un avión!
El lugar estaba llenísimo, nos registramos y nos dieron un tiempo de espera de tres horas. Era demasiado tiempo,¿ y si me arrepentía ? hahaha Nah! No habíamos comido propiamente así que nos sentamos a almorzar, a platicar y a ver caer los paracaídas. Todos bajaban felices. Yo miraba a Luca y sabía que estaba nervioso. Sabía que sólo hacía esta locura por mi. No tenía duda de tener a un hombre maravilloso a mi lado. Que se arriesga por verme feliz y que me sorprende positivamente todos los días. En ese momento me sentí completa. Sabía que en algún momento Luca y yo nos aventuraríamos a un viaje sin límites, tomados de la mano de Dios y cumpliendo su voluntad para nuestras vidas. ¿Pero cuándo llegaría ese día? (Mucho más pronto de lo que imaginé)
Nos pusieron nuestro equipo para volar y nos presentaron a nuestros instructores. Luca tenía uno muy divertido que calmaba sus nervios y el mío era tranquilón lo cuál me hizo poner un poco nerviosa hahaha . Nos encaminamos a la zona de despegue. Ya no había vuelta atrás.
Subimos y subimos y subimos… Las vistas eran espectaculares. Me sentía super emocionada y muy agradecida también. Estaba cumpliendo uno de mis deseos y lo hacía con mi mejor amigo, mi buddy, compañero de aventuras y mi Príncipe. Tardamos como cinco o siete minutos en llegar al punto final. ¡Ahí estábamos ! Luca fue el primero pero ¡lo hizo! ¡Jamás me había sentido con tanta adrenalina! La caída libre solo duró unos segundos pero han sido los segundos más intensos de toda mi vida! Después de eso ya sólo disfrute del paisaje. Veía las nubes,el cielo, las montañas, la tierra, la pequeña población que había a lo lejos. Di gracias a Dios por permitirme vivir esta experiencia y por sorprenderme al cumplir uno de mis anhelos más locos. 🙂
Ya en tierra firme no paraba de sonreír!!
We did it!
Número 2 de mi Bucket List … Checked!


