2017

Y ha llegado el último día del año 2017. !Wow¡ ya está aquí. Pensar que el tiempo no se detiene y todas las fechas llegan a su plazo me hace valorar mucho más cada día; y si pudiera darle un nombre o definir en una palabra este 2017 le pondría C A M B I O S . Definitivamente el 2017 fue un año donde experimenté muchísimos cambios : vivir el día a día con mi esposo, enfrentarnos a aspectos cotidianos de pareja, el ingreso a un nuevo trabajo y la noticia de que seré mamá por primera vez.  Tres áreas de mi vida donde Dios sin duda ha trabajado con amor, paciencia y gracia.

Atesoro momentos únicos este año y con ello no quiero transmitir que todo ha sido fácil sino que en medio de pruebas, de lágrimas, risas, alegrías y sorpresas puedo decir que hoy no soy la misma que hace un año. De hecho, me encanta terminar el año sintiendo que he crecido, madurado y sigo en el proceso de convertirme en la mujer que Dios diseñó desde antes de nacer.

En el 2017 Dios trabajó con mi paciencia, con mi carácter, con mis sueños, metas y paradigmas de vida. Fue un año hermoso, divertido pero también muy retador, diferente y lleno de aprendizaje. Hoy con este último post del #2017 quiero invitarte a reflexionar sobre aquellos momentos que te han hecho crecer. Sé que la mayoría de las personas suelen compartir los aspectos buenos o agradables de su vida, pero soy fiel creyente de que aun las cosas negativas que experimentamos son increíblemente hermosas por todas las lecciones que nos llevamos. Así que ¿Cómo fue tu 2017? Sin importar si lo catalogas como bueno o malo te invito a comenzar el 2018 con los brazos abiertos, vive cada día al máximo y experimenta a Dios en cada área de tu vida.

¡Te deseo un 2018 lleno de bendiciones!